Cuestión de Compromiso

La mayoría de los veganos aceptamos con orgullo la idea de que el veganismo es más que una mera dieta, que implica un accionar y una moral distinta para con el mundo. Sin embargo, la mayoría de las veces, esta forma de vida queda tapada por vicios de individualismo como ser: intereses personales, holgazanería, superficialidad, autoritarismo, rivalidad, etc. Esto llevado a la práctica, trae serias complicaciones a la hora de hacer activismo.

Esta situación zarandea entre varias cuestiones que rodean un mismo eje. ¿En qué medida nos relacionamos con los demás animales?, ¿adónde queremos llegar con nuestro accionar?, ¿cuál es el fin último del veganismo? La respuesta es obvia si nos paramos sobre un pilar altruista, ético y sobre todo anti-especista. Empero, lo obvio casi nunca es lo que abunda en el mundo.

•El veganismo NO ES una cuestión de consumo: elegir rechazar productos de origen animal (que muchas de las veces ni siquiera es por los animales, sino para no contribuir económicamente con los explotadores).
•El veganismo NO ES una cuestión de salud: consumir en base al beneficio que nos produce (lo que no significa que no sea verdad, pero no se limita a esto) independientemente del perjuicio para los otros.
•El veganismo ES una cuestión de compromiso: con los animales no humanos, con nosotros mismos (nuestro pensamiento y acciones) y con el planeta.