Circo y más circo


La performance de cuerpos semidesnudos y disfrazados ya es moneda corriente en el mundo del activismo artístico. En este caso, la situación se puso más seria cuando los estantes fueron agredidos con insultos, destrozos y golpes por los representantes del Circo Kroner el pasado sábado en la localidad de Zárate.
Seguramente los empleados y el dueño vieron amenazada su fuente de trabajo y su negocio (que se basa en la esclavización de seres sintientes). Lejos del fondo ético de la cuestión, la atención quedó desviada completamente y de los únicos animales que se habló fueron de los que estaban peleando. ¿Esto le hace bien a la causa? Obviamente no y ni siquiera le hace bien a las victimas de todo esto (que no son precisamente los activistas heridos mostrándose en cámara).
Ya hablamos sobre el hacer por el hacer y lo contraproducente de las monocampañas, pero mientras el objetivo sea tener cámara y, por consiguiente, dinero, seguiremos viendo estos “circos” una y otra vez.

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